Preciosa amapola (aunque las amapolas orientales que más nos llegan sean de otra especie, y en forma de polvo), y comparto el fondo de las reflexiones del microrrelato.
Cuanta ternura y cuanta tristeza juntas. Un saludo.
Mira que eres, Carmen caleyera, ya no vale volver a nominarme, tramposuca...El fondo de esos sentimientos es lo que permite sobrevivir...
Precioso relato. Me alegro un montón de que vuelvas a escribir
Gracias Ángela, a ver si con poca luz salgo menos y se me ocurre alguna cosilla más.
Preciosa amapola (aunque las amapolas orientales que más nos llegan sean de otra especie, y en forma de polvo), y comparto el fondo de las reflexiones del microrrelato.
ResponderEliminarCuanta ternura y cuanta tristeza juntas. Un saludo.
ResponderEliminarMira que eres, Carmen caleyera, ya no vale volver a nominarme, tramposuca...
ResponderEliminarEl fondo de esos sentimientos es lo que permite sobrevivir...
Precioso relato. Me alegro un montón de que vuelvas a escribir
ResponderEliminarGracias Ángela, a ver si con poca luz salgo menos y se me ocurre alguna cosilla más.
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