También llamado acanto glauco. Procede de Sudáfrica y aquí se cultiva como ornamental. Es considerada venenosa en todas su partes, sobre todo la raíz y puede causar la muerte a hombres y animales, aunque curiosamente se utiliza en la medicina tradicional contra las picaduras de serpiente y varios procesos de piel, sin ingerir claro. En otro lugar refieren que el nectar de sus flores es muy dulce y comestible (yo por si acaso no lo probaría). Con las flores también se obtiene un tinte violeta. Jardín Botánico de Gijón, abril de 2012.
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